Para despejar la mente de cada uno de los pequeños, se realizó una dinámica con la finalidad de identificar las emociones de los demás en cualquier circunstancia, mediante sus gestos, dialogo, expresión corporal, como una de las piezas claves de la inteligencia emocional, las niñas, niños y jóvenes se mostraron muy participativos y entusiasmados. Posteriormente respondieron un cuestionario de preguntas relacionadas con el tema para plasmar lo comprendido sobre las emociones y pensamientos. El objetivo principal de este taller es “procesar nuestras emociones” de manera más inteligente, que en la sesión anteriores se vio que nuestro cerebro emocional se comunica primeramente con nuestro cerebro racional antes que nuestro cerebro primario, es decir pensar antes de actuar. Para finalizar se realizó un ejercicio de autoestima e introspección denominado, “La rueda de la vida”, que les permitió ver de manera gráfica las escalas de satisfacción de nuestra vida por ejemplo a nivel físico, académico, evaluar nuestra personalidad, salud, amistades, que tan satisfechos nos sentimos respecto a cada una de ellas, como nos sentimos y que podemos hacer si no son satisfechas.
